Inicio » MARKETING » Cómo impulsar el marketing digital de emociones

Cómo impulsar el marketing digital de emociones

El marketing digital de las emociones tiene la capacidad de poder aumentar el número de clientes si eres capaz de manejarlas correctamente.

Mostrar empatía con el cliente, haciéndole sentir emociones, es una pieza clave para convencerle de que tu producto o marca puede satisfacer tus necesidades.

La importancia de las emociones

Resaltar la importancia de las emociones, al mismo tiempo que expones tu marca, es una técnica de marketing infalible. Cuando el usuario siente en tu producto o empresa una cierta cercanía, sin duda va a estar convencido de consumir lo que le ofrezcas.

En este contexto, los medios digitales son imprescindibles en la publicidad contemporánea. La mayor parte de las personas compran online, sin importar el tipo de producto. Esto facilita la cercanía con el consumidor y la posibilidad de generarle algún tipo de sentimiento.

Ya no se trata solo de captar nuevos clientes, algo que es necesario para cualquier empresa, sino que los ya existentes se fidelicen con la empresa, sintiéndose relevantes en el momento de adquirir sus productos.

Para ello, resulta determinante haber llegado a motivarle o a provocarle.

La personalización en el marketing es un elemento muy empleado. Se puede utilizar a través de correos electrónicos, una vez que hemos conseguido interactuar desde un inicio con el consumidor.

Siempre agradecerá que le incluyamos en nuestros logros, haciéndole ver, por ejemplo, que por su apoyo hemos conseguido alcanzar un número determinado de compras o de seguidores en una red social.

 

La comunicación emocional que tiene efectos

Crear una comunicación emocional efectiva no es del todo una tarea sencilla. Se requiere, para comenzar, conocimientos de neuromarketing, un estudio sociológico del tipo de consumidor al que queremos acercarnos o que, presuntamente, está más próximo a comprar nuestro producto.

Una vez analizado esto, tenemos cuatro sentimientos que podemos despertar en nuestro público.

Pero antes, debemos tener claro que una emoción creada no implica que nuestra marca tenga que ser reconocida como algo que produce alegría, tristeza o rabia.

Cuando se consigue crear un determinado sentimiento debemos hacer ver al consumidor que también poseemos la mejor solución para él. Así que, lo último que perseguimos es visualizarnos como una opción segura y acertada.

La alegría, la emoción que más se persigue

Sin duda, la alegría y la felicidad son sentimientos que más persigue la humanidad. Cuando logras trasmitirlos en un spot publicitario es muy probable que muchos quieran compartir esta emoción con el resto de amigos.

Esto está pasando con asiduidad en ciertos vídeos publicitarios. Está demostrado que la felicidad, representada en la risa o en mensajes positivos consigue mover a la mayoría de las personas, llegando a compartir dichos momentos en sus redes sociales.

De esta forma, muchas empresas han logrado aumentar sus visitas considerablemente.

Aunque no siempre es sencillo lograr el objetivo creado, es conveniente saber trasmitir desde el inicio el sentimiento que vas a representar.

Lo más fácil, para cualquier proyecto de marketing que pretende emocionar es el vídeo. Mediante este recurso le facilitas todo a la persona. No tiene que esforzarse mucho en leer un texto, además de que es más sencillo captar su atención con la ayuda de imágenes impactantes y una música y voz adecuadas.

La tristeza y su efecto empático

Quizás no sea el sentimiento más complicado de provocar en un espectador. Las dificultades residen en el camino que inevitablemente despliega en todos los seres humanos, por lo que resultará sencillo hablar de frustraciones para conseguir que más de un usuario se vea reflejado ante una experiencia triste.

En este caso, y una vez logrado ser empático con el futuro cliente, es preciso hacerle ver la solución a un problema o cómo nuestro producto le puede hacer tener un mejor momento, olvidándose de lo que le afecta.

Cuando las injusticias consiguen unirnos

El sentimiento de ira es también muy común en el marketing de las emociones. Hablar, sobre todo, de circunstancias reales puede causar aún un mayor efecto en el público.

Así, lograremos posicionar un producto o marca transmitiendo una idea de superación, a la que se querrán sumar muchos consumidores, apostando por lo que le ofrecemos.

El miedo, un factor recurrente

El miedo es otra emoción de la que no podemos escapar. Existen muchos factores que nos producen terror, pero, al mismo tiempo, hay algo en nosotros que nos empuja a estimular este sentimiento por medio de películas o noticias impactantes.

Conociendo esto, es normal que muchos medios y empresas lo aprovechen para llamar nuestra atención.

De este modo, la Dirección General de Tráfico concienció a los conductores para ponerse el cinturón de seguridad, o Estée Lauder, de la mano de su campaña contra el cáncer de mama, se ha convertido en sinónimo de lucha.

Como ves, el marketing digital de las emociones es un mundo muy atractivo. Convencer implica crear un sentimiento. Si deseas aprender más no dudes en apuntarte a uno de nuestros másteres, como es el caso del de Marketing y Comunicación Digital.

¿Te animas?

Formación Relacionada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *